martes, 15 de noviembre de 2011

Peronismo vs iglesia


INTRODUCCIÓN

Al principio la relacin de peron con la iglesia, tal vez por el fuerte catolicismo de Eva, era una relación cordial





´Luego el peronismo había ido derivando de una convicción política hacia algo parecido a una creencia seudorreligiosa, basada en la adoración de las masas a su benefactor y sustentada principalmente en el culto a la difunta Eva Perón, “jefa espiritual de la Nación”, a quien se la imaginaba canonizada. Esto se tradujo en los contenidos de la enseñanza escolar, hasta entonces monopolizada por los criterios curiales.

También irritó a la cúpula eclesiástica la permisividad del gobierno hacia manifestaciones religiosas no católicas, lo que hoy es norma aceptada,
La semiclandestina creación, en junio de 1954, del Partido Demócrata Cristiano provocó en Perón rencor y desconfianza, pues se consideraba el único y legítimo representante de la doctrina cristiana en la política. Lo cierto es que la democracia cristiana había cobrado vigor y prestigio en Europa, venciendo en las elecciones de varios países y deteniendo lo que parecía un avance indetenible del comunismo.
El conflicto fue subiendo su temperatura hasta que el 10 de noviembre de 1954, en un discurso, Perón cruzó el Rubicón y acusó a un sector de la Iglesia de conspirar para derribarlo. Nombró a varias organizaciones católicas, tres obispos y veinte sacerdotes, algunos de los cuales fueron arrestados en los días siguientes.
Por otra parte Perón enfrento a la iglesia con las medidas de  la ley del divorcio, la supresión de la enseñanza religiosa obligatoria, la eliminación de subvenciones a los colegios confesionales, la ley de profilaxis que promovía el control sanitario de los prostíbulos. Además, en el Legislativo, esperaba su sanción la ley de separación de Iglesia y Estado.
Es de imaginar que Perón sabía que enfrentaría la oposición de la poderosa Iglesia en la Argentina, un país en el que el 90% de su población se considera católica, aunque remisa en el cumplimiento de sus obligaciones religiosas. Pero no calibró el vigor de dicha resistencia. El conflicto entre el peronismo y la Iglesia pasó a ser, entonces, entre el peronismo y un antiperonismo engrosado por el mismo conflicto y que, por fin, había encontrado una vía por donde manifestarse, instituyendo algo muy semejante a una “guerra santa” cuyo grito era “Perón o Cristo”.
La crisis avanzó hasta extremos sin retorno “La ciudad se vio inundada de panfletos difamatorios que se hacían en las iglesias y en los colegios religiosos; en ellos se incitaba directamente a la rebelión, de la misma manera que los curas en los púlpitos se transformaron en oradores políticos de barricada, incitando a los fieles a la revolución y al desorden” (Perón). Es de recalcar que la Marcha de la Libertad, que puso música a la insurrección contra su gobierno, fue grabada clandestinamente en el sótano de una iglesia.
Lo cierto es que la jerarquía eclesiástica intentó acciones conciliatorias, pero el protagonismo dejó de ser suyo para pasar a sectores civiles y militares que operaban en su representación, como fue el caso de una Marina, esencialmente laica y liberal. La Iglesia no pudo resolver políticamente la situación. Perón, por otro lado, pareció perder el control de la situación. Acostumbrado a dominar todos los resortes de la vida política argentina, las Fuerzas Armadas, los sindicatos, los medios de difusión, las organizaciones empresariales, hasta los partidos de la oposición, no pudo tolerar que la Iglesia se le resistieran y continuó asestando golpes que se volverían en su contra.
Luego vendría el tumultuoso junio de 1955, con la procesión de Corpus Christi del 11, una multitudinaria manifestación ficticiamente religiosa, engrosada por ateos, marxistas y antiperonistas de todos los colores. Luego, el 16 por la mañana, se conocería la excomunión de Perón por la expulsión de los monseñores Tato y Novoa. Más tarde, se desencadenaría el bombardeo de la Casa Rosada por parte de aviadores de la Marina, con el ominoso resultado de cientos de muertos. A la noche de ese mismo día, la quema de varias iglesias capitalinas y la curia, como revancha por los sucesos del día.
Poco faltaba para el triunfante golpe del 16 de septiembre, cuyo jefe, Eduardo Lonardi, nacionalista católico, había sido peronista pero luego, como muchos, pasó a la oposición influido por el conflicto entre Perón y la Iglesia. 


                                                                    iglesia y perón


Nuevo enfrentamiento pero en la actualidad


Frases de Jorge luis borges, opositor del peronismo durante el conflicto



 “El gobierno fustiga a la iglesia por que ésta la enfrenta con la verdad”


“La peor desdicha es que lo derrote a uno gente despreciada:…, los peronistas a nosotros.”


"Los peronistas no son ni buenos, ni malos; son incorregibles".



Anecdota



Siendo él ciego, un joven se ofrece a ayudarlo a cruzar la Nueve de Julio, en mitad de la avenida, el joven le dice a Borges "disculpe maestro, pero le tengo que decir... soy peronista, Borges respondió diciendo: "¡No se preocupe!, yo también soy ciego"




Conclusión
La influencia de Eva en el conflicto había sido conciliadora, ella era muy católica, de hecho viajo al vaticano y fue recibida por el papa. Ella era un puente de la relación de Perón con la cúpula eclesiástica, pero debido a su pronta muerte esta influencia pacificadora se corto rápidamente.
El Partido Demócrata Cristiano surgió de grupos nacionalistas cristianos, fue un partido creado con el visto bueno de la iglesia, para recobrar el poder y la influencia que Perón les había quitado.
El inicio del conflicto no se sabe con exactitud, claramente muerta Eva, a Perón la relación con la iglesia no le importaba demasiado. Pero se cree que los desencadenantes fueron la manifestación del Corpus Christi y su discurso del  17 de Octubre.
Claramente enfrentarse a la iglesia fue un grave error, cualquier político que se enfrente con esta, se está poniendo en contra una gran masa de personas. Por otra parte el enfrentamiento se contradecía a su doctrina y además era un conflicto totalmente evitable.
La procesión del Corpus Christi fue un acto multitudinario. Se mesclaba la presencia de fieles con una gran masa de anti peronistas. El acto se llevo a cabo el 11 de Junio del 55, algunos afirman que fue el principio del fin del gobierno del general.
Respecto al bombardeo, los personajes entrevistados lo describían todos como un acto violento en el cual se veían caer las bombas y el humo alrededor de la plaza. Luego de  este acto la revolución Libertadora triunfa y Perón se exilia en España.
Las nuevas medidas tomadas por Perón fueron un gran “cachetazo” para nuestro país, claramente afectaban directamente a la iglesia y atacaban la moral de todos los católicos.  las medidas de divorcio y de separación de estado- iglesia resultaban más aceptadas . Pero las medidas de  profilaxis y legalización de los prostíbulos eran una aberración  para la mayoría de las personas.
Respecto a la educación religiosa, esta fue quitada de los colegios estatales (los privados continuaban con su manera de educación previa). Se contaba con un nuevo sistema en el cual los padres podían elegir la educación de sus hijos eligiendo el establecimiento al que iban a ir (con o sin educación religiosa). Esta medida resulto bastante aceptada ya que se tenía la libertad de elegir.
Acerca de la actitud de la iglesia, los personajes entrevistados la justificaban, pero algunos admitían que quizá la situación se les había ido de las manos.
Respecto a la misa durante el conflicto  muchas se habían convertido en un lugar de conspiración. Se repartían consignas, invitaciones a reuniones y había marineros puestos para seguridad. Pero en otras, el conflicto no influía, la misa se desarrollaba comúnmente





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